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miércoles, 18 de marzo de 2020

MIRANDO AL FUTURO MIRANDO AL PASADO.


Las grandes epidemias del siglo XIV, principalmente la peste, pero también otras de malaria, cólera, tifus o lepra, contribuyeron al desarrollo de la prevención sanitaria. Las Juntas de Sanidad establecidas en Florencia y Venecia en 1348 para paliar los innumerables problemas que generaba la peste fueron un antecedente de las magistraturas permanentes que aparecerían en el siglo XV en Milán, Florencia y Venecia, y que son propias de la burocracia administrativa de la Edad Moderna. Además, en el paso del siglo XIV al XV disminuyó la reverencia que se profesaba hacia el cuerpo humano, que empezó a investigarse desde un punto de vista médico. La representación plástica renacentista del hombre como un ser bello y proporcionado despertó el interés por la anatomía, y, desde esta ciencia, la curiosidad se extendió también hacia la fisiología.La peste contribuyó al debilitamiento del feudalismo, propició la acumulación de capitales en manos de la burguesía y proyectó sobre la sensibilidad colectiva un sentido laico de la muerte que debilitó el mito cristiano del paraíso, inclinando a los hombres hacia el bienestar y la prosperidad terrenas. El nuevo hombre que surgió de la peste exhibió, además, una capacidad de observación y una inclinación científica que le llevaron a mostrarse más cuidadoso con la prevención de epidemias, poniendo en marcha los primeros rudimentos de la epidemiología moderna. El círculo de causas y efectos provocados por la peste se cerraba entonces definitivamente.

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